Este lunes comienza un nuevo esquema de política monetaria en Argentina, donde la deuda del Banco Central (BCRA) migrará completamente al Tesoro. El Tesoro emitirá nuevas letras (LeFi) para pagar intereses a los bancos, buscando reducir la inflación al 2% mensual, alineada con el tipo de cambio oficial. Hasta ahora, el BCRA pagaba los intereses con emisión monetaria, pero ahora lo hará el Ministerio de Economía, lo que requerirá un mayor control fiscal.
El Tesoro asumirá más de 11 billones de pesos de deuda del BCRA, mientras que la tasa de interés será establecida por el BCRA. Se espera que las tasas de interés puedan subir, ya que el cambio en la fuente de pago ya no implicará mayor emisión monetaria.
El objetivo del gobierno es reducir la inflación rápidamente, y una vez alcanzado el 2% mensual en la inflación núcleo y mayorista, podrían intentar reducir el tipo de cambio a un 1% mensual y, eventualmente, fijarlo. Sin embargo, hay dudas sobre los costos de esta medida, como la menor acumulación de reservas y una posible profundización de la recesión.
En definitiva, el nuevo esquema de política monetaria busca controlar la inflación trasladando la deuda del BCRA al Tesoro, lo cual podría estabilizar la economía y reducir la inflación a corto plazo. Sin embargo, este cambio implica desafíos significativos, como mantener el control fiscal y gestionar el impacto en la acumulación de reservas y la recesión económica. La medida refleja un esfuerzo por parte del gobierno para implementar una política económica más estricta y reducir la dependencia de la emisión monetaria, aunque su éxito dependerá de la capacidad para manejar estos nuevos desafíos.