La secretaria General cree que la declaración sobre Francia fue un acto deliberado para torpedear el viaje de Javier Milei a París. Y en el Gobierno redoblaron las críticas, mientras la vicepresidente mantuvo el bajo perfil en Catamarca, una provincia peronista
El jueves, se confirmó que Karina Milei, secretaria General, se disculpó con la Embajada de Francia por un comentario de Victoria Villarruel, que había llamado a Francia «país colonialista». Este incidente dañó nuevamente la relación política entre el presidente Javier Milei y su vice, Victoria Villarruel, una relación ya marcada por la desconfianza.
Milei intentó minimizar el incidente, reconociendo diferencias con Villarruel pero destacando que en la mayoría de los temas están alineados. Sin embargo, las críticas hacia Villarruel persistieron, y resurgió la sospecha de traición en el seno del oficialismo.
El Gobierno interpretó que el tuit de Villarruel tenía como objetivo complicar el viaje de Milei a París, donde planea asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos y reunirse con el presidente francés Emmanuel Macron, cuya influencia es clave para Argentina.
Villarruel, por su parte, mantuvo el tuit y se mostró en Catamarca, negando cualquier intención de sabotear el viaje de Milei. Su entorno negó haber recibido quejas de la Embajada de Francia y se sorprendió por las críticas recibidas tanto de seguidores libertarios como del propio gobierno.
La relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel es frágil y está plagada de desconfianza. El reciente incidente diplomático provocado por Villarruel ha exacerbado esta tensión, revelando profundas divisiones dentro del oficialismo. A pesar de los intentos de Milei por minimizar el conflicto, la sospecha y las críticas persisten, poniendo en evidencia la inestabilidad de la sociedad política entre el presidente y su vice. Esta situación podría tener implicaciones significativas para la gobernabilidad y la cohesión interna del gobierno libertario.
