El Gobierno de Javier Milei decidió enviar el acuerdo con el FMI al Congreso mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para garantizar su aprobación rápida y evitar bloqueos parlamentarios que puedan afectar la economía. Esta estrategia busca cumplir con la legislación vigente y al mismo tiempo asegurar la estabilidad económica del país.
Milei justificó la medida argumentando que el acuerdo con el FMI permitirá avanzar hacia un esquema cambiario más libre, atraer inversiones y reducir la inflación, lo que impactará positivamente en el crecimiento, el empleo y los salarios. El oficialismo enfatiza que el acuerdo es beneficioso para el país, ya que contribuye al desendeudamiento y fortalece la economía.
El DNU comenzará su trámite legislativo en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, que tiene un plazo de 10 días hábiles para emitir un dictamen. Posteriormente, el Congreso podrá debatirlo. Sin embargo, muchos DNU en la historia reciente no fueron discutidos en el recinto y mantuvieron plena vigencia.
La composición de la Comisión Bicameral incluye legisladores de diferentes fuerzas políticas, con Juan Carlos Pagotto (La Libertad Avanza) como presidente. El oficialismo espera que sectores de la UCR, el PRO y partidos provinciales faciliten el diálogo para evitar decisiones que comprometan la estabilidad económica.
El Gobierno confía en obtener los votos necesarios en Diputados, donde necesita al menos 129 apoyos. Para rechazar el DNU, tanto Diputados como el Senado deben votar en contra. Dado que en la Cámara Alta el oficialismo tiene solo seis senadores propios, el papel de otros bloques será determinante.
En comparación con el acuerdo anterior gestionado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner, el nuevo programa de Milei es más ortodoxo, con ajustes fiscales, desregulación y desendeudamiento. Esta será la postura que defenderá el Gobierno en el debate parlamentario.