El reciente conflicto entre Cristina Kirchner y José Mayans ha generado una nueva ola de tensiones dentro del peronismo, que se vio sorprendida por el enfrentamiento inesperado entre la vicepresidenta y el jefe del bloque de senadores. La disputa comenzó cuando Mayans, en sus declaraciones y comentarios, mostró simpatía por la figura de Victoria Villarruel, lo cual provocó una reacción contundente de Kirchner.
Para intentar calmar las aguas, Mayans se reunió virtualmente con las senadoras Juliana Di Tullio y Anabel Fernández Sagasti, quienes están estrechamente ligadas a Kirchner. Durante esta reunión, se acordaron dos puntos clave para despejar las tensiones. Primero, se dejó claro que el kirchnerismo no buscará acuerdos con figuras políticas que reivindiquen la dictadura militar, incluyendo a Villarruel. Segundo, se decidió que el kirchnerismo no apoyará un juicio político contra Javier Milei, respetando la voluntad popular y el mandato presidencial hasta su finalización.
El conflicto surgió cuando Mayans comentó que Villarruel podría estar ideológicamente más cerca del peronismo que de Milei, lo que provocó una respuesta de Kirchner en redes sociales, cuestionando la lógica detrás de esa afirmación. La tensión escaló cuando Mayans respondió con una referencia irónica que aludía a la elección de Alberto Fernández como presidente del partido.
Dentro del peronismo, la discusión ha causado desconcierto y enojo, con dirigentes debatiendo si la disputa es una rebelión interna o simplemente una serie de malentendidos. Algunos interpretan que el conflicto refleja grietas en el liderazgo de Kirchner, mientras que otros lo ven como un desliz que se amplificó innecesariamente.
La situación ha llevado a una atmósfera de incertidumbre y frustración en el peronismo, con diversos actores políticos tratando de entender el origen del conflicto y su impacto en la cohesión del partido. Mientras tanto, la oposición kirchnerista se enfoca en las estrategias parlamentarias para enfrentar el gobierno de Milei, sin involucrarse en intentos de juicio político.