Espera que la Justicia active el proceso antes de que quede en la nada
Planteó a NORTE su preocupación por las demoras en el proceso y por otras mujeres que hayan pasado por lo mismo.
Mariana Aguilar acudió a NORTE para hacer público su caso, próximo a prescribir. Dice que no quiere que lo que le pasó quede impune. La mujer que hoy tiene 28 y hace tres años denunció que Walter Guittens abusó sexualmente de ella cuando era una niña. Como el hombre integró la Policía y es uno de líderes de una iglesia evangélica, Mariana sostiene que le es difícil accionar contra él.
DESDE EL INICIO
Cuando expuso los hechos en la comisaría de la Mujer, la persona que tomó su declaración no incluyó que quería proceder penalmente, esa fue una de las primeras trabas. «Tiempo después les dije que por eso denuncié, pero me dieron mil vueltas», contó. Superada esa instancia otra dificultad fue la falta de notificación al acusado sobre el proceso en la fiscalía penal 6: «Me decían que lo enviaron, pero nunca llegó o no se lo encontró, y cuando reclamé me respondieron: «Bueno, si vos lo ves, llamalo»».

En el seguimiento presencial de los trámites, repasa lo que le decían: «Vení dentro de un mes» y así hasta tener un abogado del Estado. Sin ver cambios por un año, ni saber que pasó a otro abogado, eligió seguir con una abogada particular hasta el presente.
ANTES
Mariana cuidaba a las hijas de una pareja que se ganó la confianza de su familia. Cuenta que su pesadilla comenzó cuando tenía 10 y se agravó a los 11 y 12 años. «Desde el minuto uno me di cuenta de que estaba mal lo que él me hacía. Pero no podía hablar, no sabía cómo decirlo porque ellos eran un apoyo importante para mis hermanos y porque él era Policía», expresó.
«Exponerme a contar en público por primera vez fue muy difícil, muchas veces la sociedad hace sentir que una tiene la culpa de lo que le pasó. «Ahora sé que es él el que se tiene que avergonzar y esconder. Por eso lo denuncié en la justicia y públicamente ahora», dijo.