El Gobierno argentino oficializó la reducción del impuesto PAIS, disminuyendo su alícuota del 17,5% al 7,5% para pagos en dólares de importaciones y fletes. Esta medida, publicada en el Boletín Oficial, busca aliviar la presión inflacionaria y estimular la economía, volviendo el impuesto a su nivel anterior al cambio de mando en diciembre.
El equipo económico espera que la reducción tenga un impacto en los precios y la recaudación. La intención es que esta disminución del impuesto contribuya a frenar la inflación, que ha sido estable en los últimos meses, y que pueda moderar los ajustes en los precios de los bienes importados. Sin embargo, el mercado es escéptico sobre el impacto inmediato en los precios y prevé que el efecto podría ser más notorio en precios mayoristas y a mediano plazo.
Desde el punto de vista fiscal, la reducción del impuesto PAIS implicará una pérdida de aproximadamente USD 2.500 millones, equivalentes al 0,4% del PIB, para el resto de 2024. No obstante, el Gobierno confía en que esta pérdida será compensada por otras medidas fiscales. En términos cambiarios, se espera que la reducción del impuesto genere una mayor demanda de divisas para importaciones, lo que podría incrementar el déficit comercial en los próximos meses.
En resumen, mientras la medida podría ayudar a reducir algunos precios y mejorar la competitividad de las importaciones, también presenta desafíos significativos, como una mayor demanda de divisas y una pérdida de ingresos fiscales.