La Unión Tranviarios Automotor (UTA) confirmó que no adherirá al paro nacional convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para este jueves 11 de abril.
«Dentro de la ley, todo; fuera de la ley, nada», afirmó Mario Calegari, vocero del gremio, al justificar la postura de la UTA. Explicó que el sindicato se encuentra en plena negociación paritaria y bajo conciliación obligatoria hasta el 3 de mayo, por lo que cualquier medida de fuerza podría derivar en sanciones o poner en riesgo la personería gremial.
En consecuencia, los colectivos funcionarán con normalidad en todo el país, garantizando el traslado de miles de trabajadores, estudiantes y ciudadanos que dependen del transporte público.
«No vamos a exponer a nuestros trabajadores a sanciones ni arriesgar la representación del gremio», subrayó Calegari, marcando distancia con la CGT, que impulsa la huelga como respuesta a las políticas económicas y laborales del gobierno.
La decisión de la UTA genera un impacto significativo en la medida de fuerza de la CGT, ya que el transporte suele ser un factor clave en la efectividad de los paros generales. Sin la adhesión de los colectivos, se espera que la movilidad en las ciudades no se vea afectada de manera determinante, lo que podría debilitar el alcance de la protesta.
