El Huevo llegó a su cuarta amonestación frente a Boca y, ante la inminencia del duelo con Barcelona por Libertadores, podría quedar al margen del partido ante Vélez.

Tras una semana redonda en la que mantuvo su liderazgo en el Grupo B de la Copa Libertadores y ganó con autoridad el superclásico, River afronta una nueva seguidilla de partidos importantes para su 2025. De cara al duelo ante Vélez de este domingo, Marcelo Gallardo podría cuidar a Marcos Acuña, con cuatro amonestaciones, para que llegue descansado al partido con Barcelona y limpio al de octavos de final del Torneo Apertura.
El rendimiento del Huevo viene en franco ascenso, con un buen partido ante Boca, pero el domingo llegó al límite de amarillas; otra más y se perderá el primer encuentro de playoffs. Por eso, y ante la necesidad que ya mostró de dosificar sus presencias, no es descabellado pensar que Milton Casco ocupe su lugar en la última fecha de la fase regular.
El último antecedente de descanso para Acuña es reciente: ni siquiera viajó a Quito para el empate con Independiente del Valle, y por eso llegó fresco al superclásico. De todos modos, dependerá de cómo el Muñeco decida planificar estas semanas siguientes, que tendrá cuatro partidos en 12 días.
Una situación con ciertas similitudes rodea al regreso de Paulo Díaz. El chileno cumplirá 21 días de recuperación este mismo domingo, aunque ya se entrena a la par del grupo. Aún sin el alta médica, va a estar en condiciones de jugar frente a Vélez, pero el DT podría preservarlo para no arriesgarlo. Si hace esto, Leandro González Pírez ocuparía el lugar de segundo marcador central.
El cambio obligado y que se mantendrá durante los próximos partidos es el de Fabricio Bustos por Gonzalo Montiel, desgarrado en el superclásico. El ex-Independiente e Inter de Porto Alegre tuvo un buen segundo tiempo ante Boca y otra vez reemplazará a Cachete por una lesión muscular.