Con Maxi Salas al caer, ahora Gallardo pone la mira en la búsqueda de más nombres para nutrir al plantel pensando en la Copa Libertadores.
No hay tiempo para lamentos en River luego de la eliminación en el Mundial de Clubes a manos de Inter. Sí de análisis, revisión y corrección para no repetir errores que puedan costarle -nuevamente- caro cuando en agosto vuelva al ruedo en la Copa Libertadores. Ese es el gran objetivo e internamente hay una intención profunda de cambiar la cara y verdaderamente pelear hasta el final, motivo por el que Marcelo Gallardo y la dirigencia comenzaron a moverse desde hace días en el mercado de pases.
Para el flamante certamen en Estados Unidos no llegaron caras nuevas, pero es un hecho que sí lo harán una vez que el Millonario ponga un pie en Buenos Aires y vuelva a la competencia en el Torneo Clausura y, sobre todo, el certamen continental. Hay una necesidad de nutrir al plantel y puertas adentro lo reconocen.
«Vamos a hacer una evaluación de qué es lo que nos falta para dar ese salto. Tenemos que dar el salto en los momentos en que el equipo tiene que pasar al frente. Tenemos que ser muy puntuales y precisos a la hora de armar esta segunda mitad del año«, confirmó Gallardo.
Con Maximiliano Salas al caer como primera incorporación, a la espera de que se allane el camino para ejecutar su cláusula de salida de 8 millones de euros de Racing, el trabajo en silencio no cesa en el búnker riverplatense.
¿Cómo sigue el mercado de pases ahora? El otro nombre que tratan de cerrar en Núñez hace rato pero sufrió complicaciones recientemente es el de Román Vega, lateral izquierdo de 21 años que fue figura en el último semestre en Argentinos Juniors. River ya realizó una segunda oferta de 6 millones de dólares por el 80 por ciento del pase y seguirán insistiendo, aunque ahora se metió en la pelea Zenit y complicó aún más el panorama.
Otro zurdo que suena con fuerza en River y por el cual podrían avanzar con una oferta formal a Colo Colo es el del chileno Lucas Cepeda, quien se desenvuelve en la parte ofensiva de la banda izquierda, puesto en el que el plantel no tiene un futbolista que dé garantías.
Después, la carpeta de refuerzos que armó Gallardo tiene dos puestos más marcados con resaltador ante la necesidad de reforzarlos: un volante central (expuesto con el ingreso de Giorgio Costantini contra Inter ante las bajas), un mediocampista de juego y un delantero, a sabiendas de que Miguel Borja muy probablemente deje el club y continúe su carrera en Tigres de México más temprano que tarde.
Y si de River se trata y más con el Muñeco -«su padre futbolístico»– al mando, siempre hay que dejar una rendija abierta para la posibilidad de un nuevo regreso de Juan Fernando Quintero. Si bien no es la prioridad ni por ahora está la idea de llamarlo, con la inminente salida de Franco Mastantuono al Real Madrid nadie descarta que pueda darse algún contacto a futuro.
Gallardo llamó a Salas tras conocerse la noticia de que iba a renovar con Racing y lo volvió a seducir para que vaya a River, como ya había pasado en otra oportunidad. El último contacto se habría dado antes de que la Academia viajara a Paraguay para continuar la pretemporada y entonces el jugador se plantó en que quiere emigrar, por lo que no firmó el nuevo vínculo.
Racing ya había marcado su postura, la de no negociar, por lo que la única manera en la que el zurdo podrá irse al Millonario es por la cláusula, que parece estar decidido a ejecutar: ocho millones de euros limpios. En las próximas horas podría resolverse todo de esa manera si no hay acuerdo entre las partes.
