Karina Milei, presidenta de La Libertad Avanza (LLA), lideró el cierre de alianzas de cara a las elecciones nacionales del 26 de octubre, alcanzando acuerdos tanto con oficialismos provinciales como con el PRO, incluso en su histórico bastión porteño. El plazo de la Cámara Nacional Electoral vencía el 7 de agosto y LLA llegó con la mayoría de las negociaciones cerradas.
En Ciudad y Provincia de Buenos Aires, LLA y el PRO sellaron un pacto electoral que incluye colaboración en el Congreso y reparto de lugares en las listas, tras la resistencia inicial de Jorge Macri y el acercamiento en PBA gracias al vínculo entre Cristian Ritondo y el Gobierno nacional.
A nivel provincial, LLA logró alianzas con el PRO y otras fuerzas en Tucumán, Tierra del Fuego, La Pampa, Catamarca y Misiones, así como con gobernadores como Leandro Zdero (Chaco), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos). Sin embargo, en Neuquén, Río Negro y San Luis se optó por estrategias indirectas o “no acuerdos” para competir por separado pero en coordinación táctica contra el peronismo.
En otros distritos —Chubut, Jujuy, La Rioja, Salta, Santa Cruz y Santa Fe— LLA competirá con sello propio para medir el arrastre electoral del presidente Javier Milei. En Córdoba liderará una coalición de fuerzas liberales. La situación en Formosa quedó abierta al cierre del plazo.
El cierre de alianzas confirmó la estrategia pragmática de Karina Milei: combinar acuerdos puntuales con sello propio según las condiciones locales, priorizando el objetivo de maximizar la presencia legislativa y consolidar el bloque oficialista en el Congreso.
La incorporación del PRO en Ciudad y Provincia de Buenos Aires marca un punto de inflexión político, mostrando la capacidad de LLA para avanzar sobre estructuras tradicionales. De cara a octubre, el oficialismo buscará capitalizar su alianza con sectores provinciales y la figura presidencial para enfrentar al peronismo, en un escenario donde el resultado en distritos sin alianzas será clave para medir su fuerza real.