La ruptura de cuatro senadores de Unión por la Patria generó tensiones internas y abrió espacio para negociaciones políticas en el Senado. El oficialismo busca evitar que el kirchnerismo alcance el quórum necesario para bloquear las designaciones de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla en la Corte Suprema, quienes fueron nombrados por decreto del presidente Milei hasta el fin del año legislativo. En este contexto, algunos sectores dialoguistas proponen una negociación más amplia, que incluya a todos los partidos y contemple una posible ampliación del máximo tribunal. Sin embargo, el Gobierno mantiene su postura de no retirar los pliegos y apuesta a una definición en el Senado el 3 de abril.
El desenlace dependerá de la capacidad del oficialismo para maniobrar políticamente y evitar una derrota legislativa. Mientras el kirchnerismo busca bloquear las nominaciones, el futuro de García-Mansilla y Lijo sigue en el aire, con interpretaciones jurídicas diversas sobre la vigencia de sus nombramientos en comisión. La incertidumbre continuará hasta la votación, que será clave para definir la composición y rumbo de la Corte Suprema.
