El peronismo nacional, agrupado en Fuerza Patria, atraviesa una semana decisiva antes del cierre de listas para las elecciones de medio término. La provincia de Buenos Aires es el principal foco de expectativa, aunque con cautela. La tensión se concentra en definir quién encabezará la lista de diputados nacionales: sectores del PJ impulsan a Máximo Kirchner, visto como capaz de polarizar contra Milei, mientras Kicillof evita vetos y propone un candidato de consenso, como Jorge Taiana o el intendente Federico Achával. Sergio Massa sigue siendo una opción, pero su postulación divide opiniones y podría provocar una lista paralela de Juan Grabois, quien reclama renovación y amenaza con romper la unidad. Cristina Kirchner sigue supervisando las negociaciones, que también incluyen la renovación de bancas para referentes de cada sector (kicillofismo, massismo y kirchnerismo). El cierre de alianzas dejó heridas internas profundas, y aunque se espera un ordenamiento tras el domingo, persiste la desconfianza y la falta de un proyecto unificado.
En definitiva, Fuerza Patria llega al cierre de listas con una fuerte disputa interna y sin un liderazgo claro que unifique a todos los sectores. Las negociaciones buscan evitar una ruptura mayor y contener amenazas como la de Grabois, mientras se barajan nombres que equilibren las distintas vertientes del espacio. La definición del primer candidato será clave para medir la capacidad de cohesión del peronismo frente a un escenario electoral adverso y altamente polarizado. El desafío no es solo elegir nombres, sino mostrar unidad real ante un electorado cansado de las internas.
