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La fallida sesión por el proyecto de Ficha Limpia en el Congreso se convirtió en el detonante final de una interna larvada entre Javier Milei y Mauricio Macri, que ahora amenaza con fracturar definitivamente el vínculo entre el oficialismo y el PRO, y dejar secuelas en la política de la Ciudad de Buenos Aires y la provincia.

En plena recta final de la campaña porteña, la tensión escaló: el Presidente responsabilizó directamente a Macri por el rechazo del proyecto, acusándolo de operar junto a Cristina Kirchner. El expresidente reaccionó con dureza: lo tildó de «alucinador» y manifestó su desilusión en redes sociales.

El episodio reavivó una disputa que ya venía ganando temperatura con señales crecientes de autonomía del Gobierno respecto del exmandatario. En la Casa Rosada optan por avanzar en acuerdos con sectores del PRO bonaerense, encabezados por Cristian Ritondo y Diego Santilli, excluyendo a Macri de la mesa chica. La filtración de un supuesto intento de encuentro con Santilli fue leída como una provocación directa al líder del PRO.

La caída de Ficha Limpia, además, destapó críticas internas hacia la estrategia legislativa del oficialismo: senadores del PRO aseguran que fueron arrastrados a una sesión sin los votos suficientes, y que el rechazo fue una jugada calculada del Ejecutivo.

En paralelo, las elecciones del último domingo —con resultados adversos para oficialismos locales en Chaco, Salta, San Luis y Jujuy— encendieron alarmas. El alto ausentismo y el avance relativo de La Libertad Avanza en algunos distritos revelan un escenario más fragmentado. En Chaco, Milei logró un acuerdo clave con el radical Leandro Zdero, que desplazó a Capitanich.

Mientras tanto, en la Ciudad de Buenos Aires, el oficialismo apuesta fuerte a Manuel Adorni, en una campaña de tono confrontativo con el macrismo. Las últimas encuestas muestran al peronista Leandro Santoro al frente, y una disputa reñida entre Adorni y Silvia Lospennato, candidata del PRO. El resultado del domingo podría marcar el fin de la hegemonía amarilla en CABA, vigente desde 2007.

En el PRO, la preocupación por un posible traspié es palpable. La performance de Horacio Rodríguez Larreta, hoy sin cargo ni poder real dentro del partido, es vista como un factor de riesgo. La campaña del PRO busca diferenciarse del exjefe de Gobierno, a quien acusan de erosionar la marca partidaria.

Este jueves será el cierre de campaña: Lospennato en Villa Pueyrredón, Santoro en Medicina (UBA), y Adorni con los hermanos Milei en Plaza Mitre. A la espera, también, del dato de inflación de abril, que podría ser un aliciente clave para el oficialismo.

En el trasfondo de todo, se juega algo más profundo: el liderazgo futuro del PRO y el alcance real de La Libertad Avanza como fuerza de poder nacional. El lunes siguiente a la elección marcará el inicio de una nueva etapa: se abrirá una negociación crucial en la provincia de Buenos Aires, donde Milei y Karina buscan avanzar con acuerdos parciales y selectivos, mientras el rol de Macri —cada vez más cuestionado— sigue siendo una incógnita.

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