Esta vez, el escándalo mutó a la Policía Seccional Primera de Avellaneda, el escenario de otro encuentro violento entre ambos grupos, con amenazas, gritos y ataques.
El escándalo en Independiente sigue su curso y los disturbios entre hinchas no termina. En la noche del jueves, los 104 detenidos de la Universidad de Chile fueron liberados pero sin documentación. Por este motivo, se presentaron en las afueras de la Comisaría Seccional Primera de Avellaneda esta viernes para reclamar y así poder retornar a su país. Mientras tanto, algunos disfrazados con la indumentaria del Rojo pasaron con motos para amenazarlos.
Sin pasaporte ni documentos, los de la U de Chile estaban imposibilitados para cruzar la Cordillera de Los Andes. La negación a declarar de los detenidos y la presión del gobierno chileno para el regreso insitó a la retención de la documentación de los implicados para obligarlos a quedarse y retrasar el proceso.
Esto genero escándalo y el frente de la Comisaría fue invadido con protestas para recuperar lo correspondiente. Recién esta tarde y con lentitud, la policía accedió a entregar los objetos personales y algunos trámites necesarios para poder viajar.
En el medio del escándalo de este viernes, apareció una moto con hinchas de Independiente amenazando a todos los barras extranjeros, que estaban a la espera. Además, llevaron objetos para lanzar; entre ellos, una botella que impactó en un periodista de América.
Sin embargo, el ataque no se dio solo por parte del Rojo, sino también por los chilenos. Durante el exhaustivo reclamo después de la liberación sin sus pertenencias, un grupo de simpatizantes quiso pegarle a un repartidor identificado con un escudo de Independiente en su casco, que había ingresado a la Comisaría para entregar el pedido. La violenta reacción de algunos 30 hinchas requirió de la intervención personal policial.
