CAMPO SECO

Productores agropecuarios de Chaco, Formosa y Salta advirtieron que las altas temperaturas y la falta de lluvias están afectando gravemente la actividad, comprometiendo tanto los cultivos como el ganado.

En este contexto, la Confederación de Asociaciones Rurales de Chaco y Formosa (CHAFOR) solicitó a los gobiernos provinciales que mantengan los impuestos del sector en los mismos valores de 2024. Por su parte, en Salta, la Sociedad Rural y la Asociación de Productores de Granos del Norte (PROGRANO) alertaron que la prolongación de la sequía podría poner en riesgo la campaña agrícola de la temporada.

El impacto de la sequía y el pedido del sector:

«La sequía no da tregua en todo el nordeste del país y sabemos que, frente a estas circunstancias climáticas, los productores agropecuarios solo podemos esperar con la paciencia que nos caracteriza hasta que las lluvias se regularicen», expresó CHAFOR en un comunicado.

Ante este panorama, la entidad pidió a los gobiernos provinciales un respiro fiscal en el impuesto inmobiliario rural, proponiendo que se mantengan los valores de 2024 con el mismo sistema de descuento del 30% por pago anual.

«No queremos dejar de pagar, solo solicitamos colaboración en esta coyuntura particular», enfatiza el documento, que ya fue elevado a los gobernadores Leandro Zdero (Chaco) y Gildo Insfrán (Formosa).

El pedido de CHAFOR, encabezado por su presidente, el ganadero formoseño Guillermo Martínez, se suma a una serie de reclamos previos vinculados a los elevados costos de los insumos –afectados por la cotización del dólar– y la incertidumbre en los mercados internacionales.

En los últimos días, el sector celebró la reducción de los derechos de exportación dispuesta por el Gobierno hasta junio, aunque insistió en la necesidad de su eliminación definitiva.

En Salta, el panorama es igualmente preocupante. El presidente de la Sociedad Rural de Salta, Joaquín Elizalde, explicó que la temporada estival comenzó con buenas lluvias, pero la situación cambió drásticamente en diciembre y se agravó en enero.

«La falta de precipitaciones también afecta al sector ganadero. A pesar de que las lluvias de octubre y noviembre generaron buen volumen de pasto, la sequía de enero impactó en su calidad. El calor y la falta de agua lo han deteriorado, y aunque todavía hay volumen, es urgente que llueva para que se recupere», señaló en una entrevista con El Tribuno.

Por su parte, Francisco Vidal, representante de PROGRANO, destacó la disparidad de lluvias en la provincia:

«La semana pasada, en Cornejo, cayeron 150 milímetros, pero a solo 20 kilómetros de distancia, apenas llovieron 8 milímetros», ilustrando la irregularidad de las precipitaciones y su impacto en los cultivos.

Con un clima adverso y costos en alza, los productores del norte argentino enfrentan un panorama desafiante. Mientras esperan medidas de alivio por parte de los gobiernos provinciales, la incertidumbre sobre las lluvias sigue siendo su principal preocupación.

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