El Gobierno argentino ha iniciado un debate sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas, con declaraciones del secretario de Transporte, Franco Mogetta, quien no descartó la posibilidad de un cierre de la compañía debido a la presión ejercida por los sindicatos sobre directivos clave. En una sesión en la Cámara de Diputados, Mogetta acusó a los gremios de forzar renuncias, lo que ha puesto en riesgo la operación de la aerolínea. Argumentó que sin una dirección adecuada, Aerolíneas no puede funcionar y que su futuro depende de la resolución del conflicto laboral.
El plenario de comisiones, que incluyó a funcionarios del gobierno y fue presidido por miembros de la oposición, no logró avanzar en la creación de un dictamen que permita la privatización. Dos proyectos en discusión, uno del PRO y otro de la Coalición Cívica, proponen autorizar al Ejecutivo a privatizar la aerolínea, argumentando que el Estado es un mal administrador y que la compañía ha acumulado un déficit significativo desde su estatización en 2008.
Mientras se desarrollaba el debate, se llevaron a cabo protestas por parte de sindicatos que se oponen a la privatización, destacando la importancia de la aerolínea para conectar regiones de Argentina que, de no ser así, podrían quedar sin servicio. La oposición expresó la necesidad de discutir más a fondo los detalles de la privatización y cómo se implementará, además de advertir sobre el impacto en los trabajadores y en la conectividad del país.
Mogetta y otros funcionarios defendieron la urgencia de privatizar la empresa, argumentando que el costo para el Estado es insostenible, y presentaron cifras que contrastan la situación de Aerolíneas con otras aerolíneas internacionales. Sin embargo, la oposición, especialmente desde la Patagonia, se mostró escéptica, señalando que una privatización podría llevar a la pérdida de rutas no rentables que actualmente opera Aerolíneas Argentinas.
El debate se pospuso para la próxima semana, dejando en el aire el futuro de la aerolínea y de los empleos que dependen de ella, en un clima de tensión entre el gobierno, los sindicatos y los sectores de oposición.
