SPAGNUOLO MILEI

El Gobierno de Javier Milei atraviesa una crisis política por la filtración de audios comprometedores, primero vinculados a Diego Spagnuolo (ex director de la Agencia Nacional de Discapacidad) y luego a Karina Milei. La estrategia oficial pasó de la sorpresa inicial a intentar minimizar el impacto y presentar los hechos como operaciones políticas en el marco electoral.
Voceros como Guillermo Francos y Martín Menem defendieron al entorno presidencial, aunque sin lograr plena cohesión interna. Mientras tanto, en redes sociales los influencers libertarios redujeron su actividad para evitar confrontaciones con la opinión pública.

En la Casa Rosada existe preocupación por la posibilidad de nuevas grabaciones que puedan comprometer a figuras centrales del Gobierno. Se sospecha de filtraciones internas y de operaciones externas que buscan desgastar la imagen libertaria. A pesar de la tensión, no hay por ahora desplazamientos inmediatos de funcionarios clave, y se evalúa que el verdadero reacomodamiento del Gabinete ocurrirá después de las elecciones.
El episodio debilitó la relación entre el oficialismo y los Menem, fortaleció a Guillermo Francos y limitó, al menos momentáneamente, las aspiraciones de Karina Milei de expandir su poder dentro del Ejecutivo

En definitiva, el escándalo de los audios representa un desafío serio para la estabilidad y credibilidad del gobierno de Milei. Aunque la estrategia oficial es restarles importancia y esperar que el impacto disminuya con el tiempo, la posibilidad de nuevas filtraciones mantiene en vilo a la Casa Rosada. El caso expone fracturas internas, debilita alianzas políticas y evidencia la fragilidad de la gestión parlamentaria. Más allá de la coyuntura electoral, el gobierno deberá redefinir su gabinete y recomponer la cohesión política si pretende sostener su proyecto a mediano plazo.

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