La relación entre la Casa Rosada y los gobernadores atraviesa uno de sus momentos más tensos desde el inicio del gobierno de Javier Milei. Este jueves, un cóctel en la Expo Agro organizado por la Sociedad Rural Argentina podría reunir a representantes de ambos sectores, aunque se descarta que sirva para recomponer el vínculo. La mayoría lo ve como un espacio informal y políticamente intrascendente.
Por parte de las provincias asistirán varios gobernadores, mientras que el Gobierno nacional solo tendría una representación menor. No se espera la presencia del Presidente ni de figuras de primera línea. Los gobernadores aprovecharán el evento para reclamar por la baja de retenciones y avanzar con sus propios proyectos en Diputados, especialmente aquellos que buscan mayor autonomía financiera respecto a Nación, como la coparticipación del impuesto a los combustibles y reformas al Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
El diálogo entre las partes está prácticamente roto, y los gobernadores rechazan seguir negociando con funcionarios de «segunda línea». En paralelo, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intenta retomar contactos formales con algunos mandatarios provinciales para contener posibles vetos presidenciales a proyectos sensibles.
Desde la Casa Rosada hay quejas por lo que consideran una actitud oportunista de las provincias, motivada por el calendario electoral. A pesar de algunas conversaciones informales, el Gobierno no logra contener a un bloque de gobernadores que mantiene autonomía legislativa y, en algunos casos, contradicciones entre sus alianzas electorales y su enfrentamiento institucional con Nacion.
En definitiva, el cóctel en La Rural es apenas un gesto simbólico en medio de una relación profundamente deteriorada entre el Gobierno nacional y los gobernadores. La falta de diálogo político serio, la ausencia de propuestas concretas y el manejo discrecional de fondos por parte del Ejecutivo profundizan la desconfianza. Mientras tanto, los mandatarios provinciales refuerzan su frente común en el Congreso y avanzan con proyectos clave que desafían al oficialismo. La falta de acuerdos amenaza con consolidar un escenario de parálisis institucional y conflictos permanentes, justo cuando el Gobierno más necesita apoyo para sostener sus reformas y controlar el rumbo legislativo.