Fabio Benítez, profesor de vóley en el polideportivo municipal de Puerto Tirol, hizo uso de su derecho a réplica en el programa Alerta Urbana, tras ser denunciado públicamente por Verónica Molina, madre de una niña de 12 años, por presunta agresión y acoso. La denuncia incluye además otras supuestas conductas inapropiadas hacia menores bajo su entrenamiento.
El entrenador negó categóricamente las acusaciones y aseguró sentirse “muy mal” y “sin comprender” la situación. Recalcó que posee una trayectoria de más de 15 años como técnico de vóley con una conducta profesional “intachable”.
La denuncia de Molina señala que el pasado viernes, durante un entrenamiento, Benítez habría abrazado a su hija contra su voluntad y posteriormente le habría mordido el cuello, dejándole una marca visible. Compañeras de la menor presenciaron el hecho, según el testimonio de la madre. La familia formalizó la denuncia en la Comisaría de Puerto Tirol, indicando además que el entrenador ya contaría con antecedentes de comportamientos similares.
Consultado sobre la acusación, Benítez expresó:
“No sé qué pudo haber pasado en el trayecto, en el camino o fuera del centro para que se digan estas cosas. Hasta el momento sigo sin explicarme todo esto”.
A su vez, informó que ya inició acciones legales contra la familia de la menor:
“Mis abogados están al tanto de la situación y se enviaron cartas documento por calumnias, injurias y daño moral”.
El entrenador destacó que en el momento del supuesto incidente había “numerosos testigos dentro del polideportivo”, incluyendo padres, empleados municipales y jugadores de categorías superiores, quienes, según él, vieron a las chicas retirarse juntas sin notar nada fuera de lo común.
Benítez indicó que actualmente entrena a unos 60 alumnos, de entre 8 y 40 años, en distintas categorías y horarios.
Sobre otras acusaciones planteadas por Molina, como el presunto ofrecimiento de dinero a alumnas a cambio de besos, o maltratos físicos hacia varones, Benítez aseguró desconocer tales versiones:
“Me estoy enterando de todo esto ahora. La verdad es que me estoy desayunando con estas acusaciones”.
En relación a los supuestos «retoques» o «golpes» durante la práctica deportiva, el entrenador defendió su estilo de entrenamiento:
“El vóley es una disciplina que exige preparación para el alto rendimiento. Si creen que un reto es maltrato, están equivocados. Es parte del proceso de formación psicológica y mental para la competencia”.
También señaló que había tenido conflictos previos con la familia de la menor. Recordó un episodio anterior en el que la niña se habría retirado llorando porque sus compañeras “no la dejaban jugar tranquila”. Según relató, la madre llegó alterada, y su propia hija, quien trabaja con él, intentó mediar explicando que la niña era “muy retobada” y que otras alumnas trataban de corregirla.
Respecto a la versión que, según Molina, él habría compartido con el intendente municipal, Humberto “Cacho” De Pompert, afirmando que el hecho ocurrió fuera del polideportivo y que la menor “tenía novio”, Benítez respondió:
“En el complejo hay muchos chicos, se molestan entre ellos, se manosean, se hacen bromas. Pero mi responsabilidad se limita a lo que sucede dentro del polideportivo”.
Por último, aseguró que mantiene una relación de respeto con todos sus alumnos y alumnas:
“Siempre los saludo bien al llegar y al irse, incluso delante de los padres. Nunca tuve problemas de esta naturaleza”.
