El Mando del Frente Interior de las Fuerzas de Defensa de Israel anunció cambios inmediatos en sus directrices y prohibió actividades educativas, reuniones y lugares de trabajo.

Israel lanzó un ataque aéreo masivo contra objetivos nucleares y militares en Irán como una acción «preventiva», argumentando que espera un inminente ataque iraní con misiles y drones contra su población.
La Fuerza Aérea israelí confirmó haber finalizado una primera etapa de bombardeos, impactando decenas de blancos, incluyendo instalaciones nucleares. El ministro de Defensa, Israel Katz, declaró el estado de emergencia especial en todo el país, mientras las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) señalaron que decenas de aviones de combate participaron en el ataque.
Medios iraníes reportaron explosiones cerca de Teherán y el posible incendio del cuartel general de la Guardia Revolucionaria. También se rumorea la muerte del jefe del Estado Mayor iraní, Mohammad Bagheri, aunque no ha sido oficialmente confirmada. Las instalaciones nucleares de Natanz y Fordo fueron posibles objetivos.
En respuesta, Irán cerró su espacio aéreo y advirtió que EE.UU. e Israel «pagarán el precio».
Israel, por su parte, reforzó sus medidas de seguridad internas, prohibiendo reuniones y clases, y se prepara para un “ataque significativo desde el este”, que podría incluir misiles de largo alcance.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, justificó la ofensiva como una medida de autodefensa ante la amenaza existencial iraní, afirmando que los ataques continuarán “los días que sean necesarios”. También destacó que los objetivos incluyeron infraestructura militar, fábricas de misiles y centros nucleares.
Este ataque representa una fuerte escalada en el conflicto entre Israel e Irán, marcando un momento crítico en la región.