Durante el primer trimestre de 2025, los salarios privados perdieron poder adquisitivo frente a una inflación acumulada del 8,6% hasta marzo. La mayoría de los gremios pactaron aumentos que quedaron por debajo de ese nivel, generando tensiones y activación de cláusulas de revisión.
En este contexto, tres gremios clave están en negociaciones complejas: UOM (metalúrgicos): en plan de lucha y posible paro total, estatales bonaerenses: rechazaron la oferta del 4% en mayo y 3% en junio; se reabre la negociación el 7 de mayo. y la UTA (transporte) que convocó a un paro nacional desde el 6 de mayo tras fracasar las negociaciones.
A pesar de este panorama, algunos gremios lograron mejores acuerdos salariales: los aceiteros lideran con el mayor incremento, del 13% en abril, superando ampliamente a otros sectores, sanidad, bancarios y farmacéuticos también acordaron subas significativas, con ajustes mensuales o sumas fijas relevantes. Otros sectores como comercio, camioneros, químicos, plásticos, telecomunicaciones, gastronómicos, seguridad, mineros, pasteleros y televisión, lograron aumentos menores, muchos de ellos inferiores a la inflación proyectada.
Varios gremios (como alimentación, camioneros y ferroviarios) reclaman reaperturas anticipadas de paritarias.
En definitiva, la mayoría de los acuerdos salariales vigentes no logran acompañar la inflación, lo que ha provocado reclamos, mientras por ejemplo, el gremio de aceiteros, ha conseguido aumentos claramente por encima del IPC.
