QUEMADA EN CAMPOS

A pesar de la difícil situación, tras intensos combates en las últimas horas, los brigadistas lograron controlar el 90% de los incendios. Este resultado fue posible gracias a un trabajo coordinado en el territorio con camionetas, autobombas y aviones, en conjunto con Bomberos Voluntarios y la colaboración de los propios pobladores.

La angustia persiste, ya que las llamas han consumido cerca de 250.000 hectáreas, avivando el recuerdo de los devastadores incendios de 2020-2021, que redujeron a cenizas más de un millón de hectáreas de campos y humedales. Según el Servicio Meteorológico Nacional, las condiciones extremas continuarán durante toda la semana, con temperaturas récord de hasta 41°C.

El gobernador Gustavo Valdés recorrió la principal zona afectada en Curuzú Cuatiá, mientras que las asociaciones rurales instaron a colocar banderas amarillas en los campos que cuentan con reservorios de agua, para facilitar la lucha contra el fuego.

Si bien algunas lluvias de variada intensidad aliviaron mínimamente la situación, el calor extremo no cede en Corrientes. Debido a esto y a la persistente sequía, bomberos, brigadistas y trabajadores de Defensa Civil redoblan esfuerzos para mantener bajo control los focos ígneos, que alcanzaron dimensiones alarmantes entre el miércoles y el jueves pasados.

En el sur de la provincia, las zonas más afectadas en los últimos días fueron Santiago Baibiene (Departamento Curuzú Cuatiá) y Mariano I. Loza (Departamento de Mercedes), aunque ambos focos ya fueron extinguidos, según confirmó el director de Defensa Civil de la provincia, Eulogio Márquez.

Sin embargo, aún preocupa la situación en las localidades de Perugorría, en el centro-sur, y La Cruz, sobre la costa del río Uruguay.

«Hay otros focos activos, pero están circunscriptos. Allí se trabaja con cortafuegos y permanece una dotación mínima de guardia», explicó el subdirector de Defensa Civil, Bruno Lovinson.

Márquez señaló que, en lo que va de febrero, los incendios han sido considerablemente más extensos que en todo enero. De hecho, los registros oficiales indican que en enero se quemaron 127.698 hectáreas, mientras que entre el 1 y el 7 de febrero el fuego ya ha arrasado más de 116.000 hectáreas.

«Estamos atravesando un momento crítico debido a la ola de calor, las temperaturas extremas y una de las peores sequías. El uso del fuego está prohibido en toda la provincia. Es fundamental tomar conciencia y ser responsables», advirtió el gobernador Valdés durante su recorrido por las zonas afectadas.

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