El Gobierno nacional anunció una reforma del Servicio Militar Voluntario, con el objetivo de incorporar a jóvenes que no estudian ni trabajan, brindándoles formación militar, educativa y en oficios. La medida busca fortalecer el perfil profesional, educativo y cívico de los participantes y facilitar su inserción laboral futura.
Principales cambios:
- Extensión de la edad de ingreso: ahora podrán participar personas de entre 18 y 28 años (antes el límite era 24).
- Exigencia de estudios secundarios: será requisito avanzar en el plan de formación.
- Capacitación en oficios certificados: cocina, mecánica, albañilería, soldadura, conducción, entre otros.
- Formación en emergencias y apoyo comunitario, incluyendo asistencia ante catástrofes.
- Beneficios: sueldo mensual, aguinaldo, aportes jubilatorios, obra social y posibilidad de continuar una carrera militar en las Fuerzas Armadas.
Algunos sectores militares critican que se trasladen problemas sociales (como la deserción escolar) a los cuarteles. Se señala que no hubo una comunicación interna formal ni decreto oficial previo y persiste el malestar salarial dentro de las Fuerzas Armadas, especialmente por la vigencia del Decreto 1140/2007, que genera brechas con otras fuerzas.
En definitiva, la modificación del Servicio Militar Voluntario intenta reconvertirse en una herramienta de inclusión social, educativa y laboral para jóvenes vulnerables, combinando instrucción militar con formación civil. Sin embargo, enfrenta cuestionamientos por su implementación improvisada, los recursos limitados de las FFAA y la falta de respuestas estructurales a sus propias demandas internas. El éxito de la medida dependerá de su ejecución efectiva, la coordinación interministerial y el respaldo presupuestario real.