RIVER VS SAN MARTIN

Después de dos clasificaciones dramáticas, por Libertadores y Copa Argentina, y ya en la antesala de los cuartos de final de ambos torneos, el equipo de Gallardo resolvió con facilidad, como si fuera un amistoso, el partido contra San Martín de San Juan.

River

Después de semanas agitadas, taquicárdicas, con dos series ganadas por penales por Libertadores y Copa Argentina (y un empate maldecido contra Lanús en el medio), River se tomó un merecido domingo de vacaciones: el 2 a 0 contra San Martín de San Juan fue el partido con menos nervios y más tranquilidad del año, casi a ritmo de amistoso a partir de la eficacia de los goles en ráfaga de Santiago Lencina y Maxi Salas.

Con cuatro zurdos en ataque, los dos mencionados más Ian Subiabre y Juanfer Quintero, River corrió del partido a los cuyanos de entrada. Al contrario de la climatología adversa, fue una noche plácida para el equipo de Marcelo Gallardo, que incluso contó con cierto guiño favorable en el área propia. Las pocas chances que tuvo San Martín, en medio de una dupla central sin muchas garantías (en especial por Lucas Martínez Quarta), ni siquiera le alcanzaron para el descuento.

Aunque no se sabe qué pasará en la reanudación tras el parate por las Eliminatorias, Gallardo parece haber archivado el 4-3-3 con el que Enzo Pérez sufría en soledad. Esta vez el ídolo se tomó descanso, también merecido, pero ya van dos partidos -Unión, el jueves, y San Martín, ayer- en los que el Muñeco apostó por un dibujo táctico que reforzó el mediocampo y excluyó a un Facundo Colidio en horas bajas.

Fue un triunfo casi por inercia, en tercera velocidad, que no debe ser desmerecido: aunque en este torneo de 30 equipos no todos tienen nivel de Primera (y uno de ellos, al menos hasta ahora, fue San Martín), tampoco suelen darse trámites tan favorables y distendidos. Con un segundo tiempo que estuvo casi de más, River sumó tres puntos que valen para mantener el liderazgo en el grupo B y, sobre todo, para fortalecer la tabla anual, esa compañía de seguros para la Copa Libertadores 2026.

A la espera de los nuevos desafíos en los tres frentes, y ya con los cuartos de final asomándose, Gallardo trabajará en estos días para subir los 5 puntos con los que diagnosticó al equipo. Está claro que el funcionamiento hasta ahora en deuda no iba a solucionarse en un partido con una formación alternativa, pero cada individualidad dejó su mensaje.

Si Lencina no la rompió pero demostró que tiene química con el gol, Subiabre sumó otro partido lejos del ritmo de Primera. Bustos sería titular en cualquier otro equipo. Salas, presente en el primer gol y autor del segundo, es de esos pocos jugadores que no necesitaron aclimatarse a River: funcionaron de entrada. Portillo retrocedió un casillero tras un buen partido ante Lanús -en otro puesto, es cierto- y ya nadie pide la titularidad de Galarza.

Con el semestre recién comenzado, River ya sobrevivió a dos match points y sigue con vida en todos los frentes. Para Palmeiras y Racing, sin embargo, no falta tanto (y se viene Boca, además). Contra San Martín fue un merecido domingo de vacaciones.

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